EL REGALO .
¿A quien no le gusta recibir regalos?... Mejor aún, un regalo sorpresa, de esos inesperados y "justos", es decir, "justo lo que necesitábamos", el detalle perfecto...Regalar puede ser algo sencillo, sin embargo tiene su gracia, depende mucho de qué tanto conoces de la persona a la cual va dirigido el regalo.No es lo mismo buscar un regalo para un "amigo secreto", al cual no conoces, ni tienes mayor antecedentes de quién es ni cuáles son sus gustos, versus tu mejor amigo de la escuela con el que compartiste algunos años de estudio. O mejor aún, buscar el regalo para uno de tus padres con el cual vives actualmente, lo vez a diario, y lo has estado escuchando decir que le gustaría tener tal o cual cosa. Le conoces sus gustos, talla, color favorito, etc.¿Si tuvieras que darle un regalo a Dios, sabrías que regalarle?¿Conoces sus gustos?, ¿Su talla?, ¿Su color o aroma, o su música favorita?¿Le regalarías algo muy costoso, (¡¡algo fino para quedar bien!!), porque es lo que está de moda y todo el mundo lo quiere?
Esta misma pregunta se la hizo Miqueas al pueblo de Israel (Mq.6:6-8)"¿Cómo podré acercarme al Señor y postrarme ante el Dios Altísimo? ¿Podré presentarme con holocaustos o con becerros de un año? ¿Se complacerá el Señor con miles de carneros, o con diez mil arroyos de aceite? ¿Ofreceré a mi primogénito por mi delito, al fruto de mis entrañas por mi pecado?¡Ya se te ha declarado lo que esbueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios".
Muchas veces decimos no saber qué hacer y tratamos de agradar a Dios con cosas, con "sacrificios", como si pudiéramos comprar o ganar su favor con ellos. Sin embargo lejos de querer cosas, (que no necesita porque Él es dueño de todo), lo que quiere es nuestra vida rendida a sus pies para ser transformados por su amor. Solamente así podremos darle las 3 cosas que Él realmente desea de nosotros: que seamos justos en nuestro trato con todas las personas, misericordiosos inclusive con aquellos que nos hacen daño y aprender a ser humildes.
Dios nos ha revelado cual es su voluntad, ya dio todas las instrucciones necesarias para poder darle el mejor de los regalos, ahora hay que obedecerle, porque solo así podremos complacerlo.Digamos como el salmista: "El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón". Sal.40:8
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