miércoles, 29 de abril de 2009

MENSAJE DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI. A LOS PROFESORES DE RELIGIÓN. Abril 2009

En los últimos días conocí a través de Religione 2.0 la celebración de un encuentro de los Maestros de Religión italianos con el Papa.
Afortunadamente ya podemos disponer de la traducción al español del discurso que pronunció Benedicto XVI este sábado al recibir en audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano a estos colegas italianos. Merece la pena leerlo atentamente. Yo entresaco estos párrafos y me permito resaltar algunas expresiones en negrita:

Vuestro servicio, queridos amigos, se enmarca precisamente en este fundamental cruce de caminos, en el que –sin impropias invasiones de terreno o confusión de papeles– se encuentran la universal tensión hacia la verdad con el bimilenario testimonio de los creyentes a la luz de la fe; las extraordinarias cimas del conocimiento y del arte, conquistadas por el espíritu humano con la fecundidad del mensaje cristiano, tan arraigada en la cultura y la vida del pueblo italiano. Con la plena y reconocida dignidad escolar de vuestra enseñanza, contribuís, por una parte, a dar un alma a la escuela y, por otra, a asegurar a la fe cristiana plena ciudadanía en los lugares de la educación y de la cultura en general. Gracias a la enseñanza de la religión católica, la escuela y la sociedad se enriquecen con verdaderos laboratorios de cultura y de humanidad, en los cuales, descifrando la aportación significativa del cristianismo, se capacita a la persona para descubrir el bien y para crecer en la responsabilidad; para buscar el intercambio, afinando el sentido crítico y para recurrir a los dones del pasado de manera que se pueda comprender mejor el presente y proyectarse conscientemente hacia el futuro…
A vosotros os corresponde, además del deber de la competencia humana, cultural y pedagógica propia de todo maestro, la vocación de dejar traslucir que el Dios del que habláis en las aulas de clase constituye la referencia esencial de vuestra vida. Lejos de ser una interferencia o una limitación de la libertad, vuestra presencia es un valioso ejemplo de ese espíritu positivo de laicidad que permite promover una convivencia civil constructiva, fundada en el respeto recíproco y el diálogo leal, valores de los que un país siempre tiene necesidad.

lunes, 27 de abril de 2009

HISTORIA PARA VALORAR. Material de Apoyo. Comprensión Lectora. Abril 2009


CUELLO TORCIDO.


"Ésta es la historia de un hombre que vivía en un país llamado "Pasado". No existía un solo habitante en su ciudad que no le conociera ya que tenía una singular particularidad: el caminaba por la vida con la cabeza vuelta hacia atrás. Su nombre era Cuello Torcido y le gustaba mucho pasear.

Recorría las calles a diario, hasta llegar a su plaza favorita ubicada en la esquina de Confusión y Preocupación.Cuando, "Cuello Torcido" se cruzaba con sus amigos se veían confundidos, ellos no sabían si debían saludarlo o despedirse, porque no entendían si él iba o venía". Esto de "Cuello Torcido" pareciera un cuento de niños, pero no lo es, más bien refleja, (sarcásticamente), la forma en que muchos caminamos por la vida.



Tenemos la mala costumbre de querer avanzar, pero sin lograr despegarnos de lo que quedó en el pasado. Me refiero puntualmente a aquellas cosas negativas, dolores, sufrimiento, pecados, etc., que impiden que sigamos adelante, y nos hacen sacar la vista de Jesús, y nos desestabilizan, y finalmente nos caemos.



El desafío que tenemos en la Palabra es claro:"...olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús". Fil. 3:13b-14
Cuántas veces sacamos los ojos de Jesús y damos vuelta nuestra cabeza, caminando por rutas de frustración y lamentación que no hacen otra cosa sino alejarnos de la meta que Cristo tiene para cada uno de nosotros.


¿Alguna vez te has puesto a pensar en la confusión que les causamos a las personas a las que les hemos hablado de Cristo? ¿Qué clase de fe tenemos que no somos capaces de caminar mirando hacia delante confiados en el futuro y lo hacemos mirando hacia atrás? Como cristianos tenemos la seguridad de que Dios tiene un plan, un propósito y un futuro para nuestra vida. Nuestra tarea es buscarlo y alcanzarlo con esperanza y con fe, porque eso renovará la visión de lo que nos espera el día de mañana. La tristeza mira hacia atrás, la preocupación mira alrededor, la fe mira hacia arriba, ¡¡donde está Cristo!!