sábado, 13 de octubre de 2007

EL MACHISMO DESTRUYE, CORROMPE, TERMINA CON LA VIDA



¡Cuidado! El machismo mata .


Es de conocimiento público los últimos
acontecimientos suscitados ésta semana en que una mujer de Punta Arenas con 9 meses de embarazo fue rociada con bencina y quemada por su pareja.
Esta noticia causo dentro de nuestro grupo una gran indignación ya que éste sujeto ya había maltratado el año pasado a su ex pareja quebrándole la mandíbula. Este tipo fue declarado culpable y se le dio una pena remitida de 3 años, pena que no cumplió ya que se le dio el beneficio de la libertad.
En relación al mismo tema, nos enteramos que la
Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual lanzó una campaña denominada ¡CUIDADO! EL MACHISMO MATA, que se está llevando a cabo HOY Jueves 26 de julio del 2007.
Las Mujeres Chilenas de 30 no han querido quedar al margen de ésta iniciativa y estamos
apoyando ésta campaña, ya nos hemos inscrito a ésta Red y queremos invitar a todo el contingente bloggero a apoyar ésta causa.
Les dejo un extracto de la campaña:
Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual
“En nuestro país, entre los años 2001 y 2007, han sido asesinadas más de 300 mujeres. La mayoría de ellas a manos de hombres con quienes tenían o habían tenido relaciones de intimidad y confianza, y una cantidad muy significativa a manos de desconocidos que las abusaron, violaron y asesinaron. Esta cifra ha sido construida por la Red Chilena contra la Violencia Doméstica y Sexual en base a casos aparecidos en la crónica roja de la prensa y a la revisión de algunos expedientes judiciales, ya que no existen registros oficiales”
APOYEMOS ESTA CAUSA QUE NOS AFECTA A TODOS
Barbaraza (Vocera de Mujeres Chilenas de 30)


Causas del Machismo. Problemas a Mejorar con Educación


UNIDAD DE APRENDIZAJE ACERCA DEL MACHISMO.
Texto de Lectura Previo.

El machismo ha sido un elemento de control social y explotación sexista en muchas culturas. Algunos factores que han contribuido a su supervivencia y continuidad son:
Leyes discriminatorias hacia la mujer.
Diferencia de tratamiento en el caso del
adulterio: en algunas culturas, el adulterio, o el embarazo previo a la concertación del matrimonio son castigadas con la pena capital.
Necesidad del permiso del varón para realizar actividades económicas.
Negación del
derecho a voto o de otros derechos civiles (véase sufragista).
Educación machista desde las escuelas o la propia familia, por el cual el proceso de enculturación trata de justificar y continuar el orden social existente. Eso incluye consideración de valores positivos la sumisión al marido, el matrimonio y la procreación como una forma preferente de autorrealización.
Discriminación en el ámbito religioso, en países de predominio
musulmán (como el antiguo régimen talibán de Afganistán), en determinadas ramas del cristianismo (como el mormonismo y el catolicismo), en los ortodoxos judíos, en el hinduismo, etc. La biblia contiene expresiones que son consideradas por algunas corrientes como machistas, por ejemplo, "la esposa de Noé", "las hijas de Lot", "la suegra de Pedro", las cuales son interpretadas como un indicio de posesión, lo cual se acentúa al no mencionar el nombre de estas mujeres del Antiguo Testamento. Otro ejemplo en el Nuevo Testamento es la expresión en la primera epístola de Pablo a los Corintios 14:34 (Versión Reina-Valera 1909) que dice: "Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar".
División sexista del trabajo, por el cual los hombres prefieren a otros hombres en puestos decisiorios (originalmente la división sexista se fundamentó en la diferente capacidad física y muscular, en la que los hombres tenían ventaja comparativa. En cambio, en las modernas sociedades tecnológicas la fuerza física es irrelevante, siendo inmensamente más importante las capacidades intelectivas y las habilidades sociales, sin duda eso ha permitido la incorporación de muchas mujeres al trabajo asalariado). También se refiere a un pago de salario menor a las mujeres que a los hombres a cambio del mismo trabajo. El comportamiento sexista se debe a los
prejuicios cognitivos de efecto Halo respecto a la fuerza, efecto de carro ganador, y a otros efectos como falsa vivencia por parte de los que quieren mantenerlo, que más tarde se convierten en falacias de apelar a la tradición, falacia por asociación y generalizaciones apresuradas.
Los
medios de comunicación y la publicidad sexista, al realzar ciertas conductas o modelos como siendo los más adecuados o típicos de las mujeres.

Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Machismo#Causas_del_machismo

MACHISMO.



Los cambios en la relación entre géneros: desde la búsqueda de una identidad a la violencia
Machos en crisis.

Ya no son los proveedores de la casa ni la única voz que ronca en la relación de pareja y el sexo. Los hombres se sienten perplejos frente a los cambios sociales que desdibujan su tradicional identidad masculina. En este nuevo escenario, si bien muchos exploran con gusto en sus nuevos roles, otros ven en la violencia su única arma para demostrarle a su pareja -y a sí mismos- su superioridad.

Ya no son los machos proveedores ni los grandes protectores de la familia. El ingreso de la mujer al mundo laboral le dio a ésta no sólo mayor autonomía económica sino también de decisión y liderazgo al interior del hogar. Para qué hablar del sexo. En ese territorio -donde ni su desempeño ni supremacía jamás había sido cuestionados- vivieron su peor terremoto: ellas sacaron la voz para exigir calidad, aprobar el sexo sin amor y ser infieles igual que ellos. Cambios que tienen a la identidad masculina en crisis y buscando nuevos cimientos en los que levantarse. Mientras ello ocurre, reina la incertidumbre y en los ex machos dominantes la perplejidad llena los vacíos que dejó el patriarcado en retirada. "En esta sociedad, donde los valores masculinos están desdibujados, donde ya no se puede ser el proveedor, el conquistador, el protector, o el reproductor , por alguna parte tengo que mostrar que soy macho, y recurro a la violencia para poder exhibir mi masculinidad, es una demostración caricaturesca, pero es la forma en que me afirmo como macho", dice Klaudio Duarte, director del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile, quien cree que hay una relación directa entre los cambios sociales de los últimos cuarenta años y los eventos de violencia.
"En esta suerte de no saber qué hacer, intentamos resolver estos problemas con la violencia. Porque muchos siguen con una lógica de posesión sobre el cuerpo femenino, que es mucho más sutil, porque en el imaginario masculino no sólo el cuerpo de la mujer es propiedad privada, sino particularmente su genitalidad. Lo que le duele al varón que sabe que su mujer se involucró con otro es que el cuerpo femenino y la genitalidad de ella estuvo con otro. Discursos como la maté porque era mía apuntan a esta lógica. Porque, además la poligamia, la aceptamos sólo para nosotros y eso aún es muy fuerte en los hombres".
Si bien no todos los varones resuelven sus problemas a través de la violencia, a la mayoría los cambios sociales los tienen en un proceso de transformación en que la falta de certezas y las contradicciones abundan. "Se produce una tensión bien especial. Por ejemplo, los varones más jóvenes -de 45 años hacia abajo- muestran un discurso bastante alternativo, que reconoce que las mujeres sean proactivas, trabajen, que tenga iniciativa en lo sexual, etc. Eso lo aceptan. Pero cuando uno los pone en la situación, a la mujer tomando decisiones y ganando más plata que ellos o pasándoles un preservativo e invitándolos a tener sexo, estos varones del discurso alternativo reculan y se instalan de nuevo desde la lógica patriarcal", dice Duarte.
Victimario sin tratamiento
Francisco Aguayo, coordinador de masculinidad del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género de Universidad de Chile dice que el gran problema es que ni la identidad masculina ni el tema de la violencia -estudiada ésta desde el mundo del hombre- han sido analizadas con detenimiento, lo que se transforma en una barrera nada de despreciable a la hora de intentar prevenir los casos de femicidio.
Aguayo critica que las políticas se centren en las víctimas de violencia, pero no en el victimario, quien no es tratado para que detenga la conducta. "Se requieren políticas de salud mental dirigidas especialmente a los hombres. Los hombres no llegan al sistema, y sí tienen problemas de salud mental. Se requiere salir a buscar a los hombres a nivel comunitario, cambiar el modo de tratar a los hombres y se requiere que el personal de Salud tenga formación en género para poder acoger a los hombres", dice.
Para Duarte, la solución de estos signos de violencia y de la crisis en el imaginario colectivo de la identidad masculina, pasa por políticas públicas. "Eso quiere decir "meterle mano" a todo lo que huela a sexismo: Al cine, la tele, la publicidad, los diarios. Hacer algo para dejar de transmitir mensajes que potencian este tipo de cuestiones. No puede ser que en los textos escolares aún María compre en la feria y Pedro construya casas".
Claudia Dides, de Flacso, quien cree que "el gran desbarajuste para los hombres" se relaciona con el empoderamiento de las mujeres para defender sus derechos", comparte que la educación tiene una gran deuda en este tema: "Salud ha hecho lo suyo, aunque no es mucho. Pero en Educación no existen programas que les enseñen a los niños que pegarle a una mujer no es distinto a pegarle a otra persona. Hay algunas campañas para el matonaje escolar, pero nada para promover la relación sana entre los géneros", reclama.

Tomado del diario Nacional Chileno la Nación.

viernes, 12 de octubre de 2007

PRACTICAS EN RESILIENCIA


Un cambio de prácticas
Ciertas condiciones permiten a los niños encontrar un espacio de libertad y de creatividad favoreciendo la construcción de su resiliencia frente a situaciones adversas :
Generar una actitud de escucha, apoyo e interés en el niño
Establecer reglas claras, con expectativas altas – pero sin sobrecargar al niño
Favorecer la participación activa del niño en la vida de la familia, de la escuela o de la comunidad (Vanistendael S, en 2)
Estos elementos que favorecen la resiliencia tienen implicaciones fundamentales para la educación y las políticas de la infancia. Ellos confirman, en particular, la importancia y la pertinencia de la Convención relativa a los Derechos del Niño, en la cual se encuentran los elementos de base de la resiliencia :
El respeto del niño, en su persona y su integridad
La protección del niño contra diversos riesgos y peligros
La prevención de amenazas contra la salud y la integridad
La participación del niño, el respeto a su palabra y la valoración de su opinión.
Además, la Convención relativa a los Derechos del Niño, con la afirmación de derechos básicos, nos da a todos, niños y adultos, un marco de derechos y de reglas, de límites y de exigencias. El estudio de la resiliencia de los niños víctimas de abuso sexual muestra la importancia del proceso de justicia. La justicia comienza por exponer el derecho, situar las culpas y afirmar la inocencia. Este proceso contribuye a la reconstrucción de la autoestima de la víctima, y puede así ayudar a los niños a sobrevivir y desarrollar una resiliencia (Bouvier en 3).
Para orientar nuestras prácticas, la resiliencia nos lleva a las proposiciones siguientes :
Prevenir los riesgos: los riesgos son una realidad, a la cual podemos todos estar expuestos. Los programas deben apuntar a eliminar o a limitar los riesgos y las amenazas para los niños. Es el papel de las acciones de información, de sensibilización, de desarrollo de competencias para reconocer una situación de riesgo y protegerse.
No hay invulnerabilidad: ningún programa de prevención, ninguna política social llegará a suprimir los riesgos y las amenazas.
No hay fatalidad: no hay determinismo absoluto. Frente a situaciones aparentemente sin esperanza, es muchas veces posible encontrar, construir un camino de resiliencia. Las acciones de prevención deben apuntar a favorecer, en el niño, las competencias que le permitirán desarrollar una resiliencia.
Cambiar de mirada. Tener una mirada positiva sobre las personas y sus capacidades. Esto implica por ejemplo incluir sistemáticamente en la anamnesis las preguntas sobre los aspectos positivos del desarrollo y la salud (Michaud en 2).
Favorecer la resiliencia de una persona cercana. La resiliencia se construye gracias a un vínculo fuerte con una persona, con apoyo de un amigo, de un familiar, de una red de conocidos. Todos podemos tomar este papel frente un amigo, un niño, un conocido en dificultad.
Hay aquí un mensaje esencial para todos nosotros, niños, adultos, sociedades, que muestra la importancia del vínculo y la solidaridad. Nos invita a un cambio de perspectiva de la prevención, a no dirigirse más a los niños solamente como víctimas potenciales, sino como personas que tienen recursos para desarrollar su propia resiliencia, y que además, puedan volverse un recurso para su prójimo. Los trabajos sobre la resiliencia están hasta ahora iniciando. Ellos nos abren un poco más las puertas de la esperanza.

RESILIENCIA PARA QUE



Los profesionales de la salud y la educación en el quehacer cotidiano, se encuentran a diario con personas o grupos que viven situaciones de tragedias o de estrés: que parecen difíciles o imposibles de superar. Este concepto nos ayuda a entender que sobreponerse de las tragedias, salir adelante, por ejemplo, tras la muerte de un ser querido o intentar algo una y otra vez hasta lograr los objetivos, no es fruto del azar o de personas especiales.
¿Por qué algunas personas se enferman más que otras en circunstancias similares? ¿Por qué algunos pueblos son más propensos a las vulnerabilidades derivadas del medio o de desastres naturales o provocadas por el propio hombre? ¿Qué factores habría que potenciar en las personas o en las comunidades para resistir y transformar las deficiencias o debilidades en fortalezas?
Pongamos un ejemplo: de un evento estresante o de una experiencia negativa —como un atentado o un sismo— se puede salir herido, lastimado, física o emocionalmente; pero también puede transformarse en el aprendizaje de una herramienta constructiva útil para desplegar conductas favorables frente a otras dificultades que la vida presente. Pero, ¿cómo podemos saber cuál es la pertinencia y la capacidad de una u otra herramienta para desatar justo este potencial de recuperación de las personas?
Porque es indudable que la resiliencia existe y es una herramienta al servicio de la supervivencia humana. Algunos científicos creen que ésta confirmaría y complementaría la Teoría de la Evolución. También se sabe ya que la resiliencia no es un atributo con el que se nace o se adquiere por sí misma durante el desarrollo: son diversos factores propios del medio los que posibilitan una asociación positiva con la posibilidad de ser resiliente.
Lo cierto es que desde los años ochenta ha existido un interés creciente por saber más sobre aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, se desarrollan física y psicológicamente sanos y son socialmente exitosos. Como ejemplo podemos mencionar niños que nacen en condiciones de desventaja social, pero tienen un alto coeficiente intelectual, a pesar de no haber recibido estimulación temprana ni apoyos adicionales a la educación escolar.
Como en el viejo mito de Sísifo, la resiliencia se manifiesta en ese hombre que empuja una pesada roca cuesta arriba de una montaña, y poco antes de llegar a la cima —a pesar de usar toda su fuerza— la roca se le escurre y cae al valle. Sin embargo, Sísifo, no escatima esfuerzo por vencer al límite; y, a duras penas, tolera la fatiga y se sobrepone y sigue luchando por subir la roca.

RESILIENCIA. UN PROCESO DE VIDA Y DE SUPERACIÓN



Resiliencia: la fortaleza después de la crisis .


"Si no tenemos líderes en Chile en parte se debe a que nuestros niños y jóvenes viven encerrados en una burbuja de cristal", dice Macarena Valdés, Directora de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
La especialista señala que a veces los padres confunden el cuidado de los niños con la sobreprotección, lo que se traduce en una merma de su capacidad para confrontar dificultades y salir fortalecido de ellas.
"Hemos estudiado a jóvenes que pasaron por circunstancias muy severas en su entorno familiar y a pesar de ello son verdaderos guías o líderes sociales. Si bien idealmente ningún niño debiera afrontar vivencias tan difíciles como son, por ejemplo, el estar relacionado con un padre violento o una madre alcohólica, en algunas ocasiones el resultado de la convivencia con una familia disfuncional no implica necesariamente el desarrollo de patologías severas como podríamos suponer, sino, por el contrario, da la posibilidad de que surjan de eso personas resilientes, capaces de asumir las crisis como desafíos y oportunidades que les permiten ser más fuertes y hábiles en la adversidad", señala Macarena Valdés.
La resiliencia - término que se utiliza en física- se define como la capacidad para enfrentar a los estresores amortiguando su impacto. "Creemos que los niños o jóvenes deben vivir desafíos difíciles aunque protegidos , para que de ellos emerjan adultos competentes", aclara la especialista.
Una de las condiciones que marca la personalidad de un resiliente es su capacidad de ser introspectivos. "Uno puede reconocerlos porque son comprensivos, empáticos y cuentan con una clara inteligencia emocional. También son intuitivos y logran filtrar la información, es decir, frente a una situación difícil saben reconocer lo abordable y aquello en lo que lo más sano es por el momento lateralizarlo", comenta.
Asimismo, los resilientes viven con un sentido de propósito y futuro. Ello implica que están conscientes de que existen "por" y "para" algo. "Son optimistas frente a la vida a pesar de sus malas experiencias y aunque tienen o tuvieron cientos de oportunidades para decir 'no estoy ni ahí', su sentido del humor y creatividad les ayuda a rescatar lo positivo del dolor y seguir adelante", agrega.
Respecto a la autoestima, estas personas poseen una gran confianza en sí mismos y aceptan sus fortalezas y limitaciones mucho mejor que el promedio. "La mayoría de los jóvenes piensa que son invulnerables, que lo saben todo y por eso tienden a no evaluar correctamente los riesgos de sus acciones. En cambio, los resilientes tienen una mejor valoración de la realidad" Su alta autoestima es lo que les permite ser disidentes a pesar de las presiones del grupo.Otra característica de los resilientes es su gran iniciativa, su aceptación de los desafíos y de situaciones complicadas. "Son personas muy curiosas que se plantean interrogantes frecuentemente, siempre están dispuestos a ayudar y a comprometerse.
Lo fundamental -según la especialista- es estimular rasgos resilientes que toda persona posee para formar líderes positivos y gente que asuma lo mejor posible el estrés. Por ejemplo "Tenemos que aprender a felicitar a las personas cuando hacen algo bien o cuando se esfuerzan por hacerlo porque así estamos reforzando su autoestima. De igual manera es fundamental reconocer las cualidades del otro, sus potencialidades e iniciativas positivas, aunque esto sea mal visto en nuestra sociedad que tontamente nos califica de chupamedias cuando lo hacemos".
Otro aspecto relevante es plantear desafíos razonables. "Tenemos que establecer retos pero siempre y cuando exista la posibilidad de salir airosos de ellos. No sacamos nada con poner vallas tan altas de manera que ninguno pueda franquearlas , así como tampoco tiene sentido hacer sentir a la persona que sólo la consideramos capaz de superar pruebas sin ninguna dificultad".
Modelar el sentido del humor también fortalece la resiliencia. "Bromear con uno mismo y con lo que la vida nos pone delante es sano; muchas veces nos ayuda a darle otra mirada a esas circunstancias difíciles que nos toca atravesar", plantea Macarena Valdés.
Por último, la especialista señala que los resilientes por lo general siempre tienen o han tenido algún adulto significativo que los acompaña en sus momentos más difíciles. "Es importante estar abiertos a esta posibilidad, ofrecerse como la persona flexible, icondicional y afectuosa que los aceptará y ayudará para salir adelante.Todos tenemos algo de resilientes, todos recordamos a alguien especial que nos ayudó en tiempos de crisis, debemos estar dispuestos a hacer lo mismo por los demás", acota.
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